Elegir el toldo más adecuado para un hogar es esencial para poder disfrutar al aire libre sin preocupaciones. Los diferentes tipos de toldos para balcones del mercado están disponibles con características específicas que permiten su adaptación a espacios de distintas características y tamaños.
Para instalar un toldo en aquellos balcones situados en viviendas que forman parte de una comunidad de vecinos, es probable que los interesados deban informar previamente a la comunidad y acordar las características del toldo (estructura, tejido, color…) para que la fachada sea uniforme y atractiva.
Tipos de toldos para balcones
- Toldo de brazo stor. Es el modelo perfecto de toldo balcones que tienen techo y barandilla. Se trata de un toldo de brazo stor de 50 cm, por lo que permite dos posiciones: vertical o inclinado con un pequeño espacio entre la barandilla y el perfil inferior.
- Toldo de punto recto. También conocido como toldo de brazo fijo, es habitual en balcones con paredes laterales. Este tipo de toldo se caracteriza por sus dos resistentes brazos laterales que permiten una inclinación del toldo de entre 0 y 180 grados, por lo que también sirven como toldo vertical.
- Toldo de brazos extensibles. También conocido como toldo de brazos invisibles. Es ideal para balcones sin techo, ya que se ancla a la pared y se extiende en dirección horizontal. Permite regular el ángulo de inclinación para controlar el tamaño de la sombra.
- Toldo vertical. Es la mejor opción para el cerramiento de un balcón, ya que al cubrir los laterales aísla el espacio de la climatología adversa, proporciona aislamiento térmico y ofrece una mayor privacidad.
- Toldo corredero. También conocido como cortavientos. Se trata de un toldo lateral con cofre y sistema autoenrolle que se abre y se cierra en sentido horizontal al contar con dos sujeciones: una en la pared y otra en el suelo. Es ideal para separar ambientes en un mismo espacio.
Tipos de toldos para balcones
- Toldo de brazo stor. Es el modelo perfecto de toldo balcones que tienen techo y barandilla. Se trata de un toldo de brazo stor de 50 cm, por lo que permite dos posiciones: vertical o inclinado con un pequeño espacio entre la barandilla y el perfil inferior.
- Toldo de punto recto. También conocido como toldo de brazo fijo, es habitual en balcones con paredes laterales. Este tipo de toldo se caracteriza por sus dos resistentes brazos laterales que permiten una inclinación del toldo de entre 0 y 180 grados, por lo que también sirven como toldo vertical.
- Toldo de brazos extensibles. También conocido como toldo de brazos invisibles. Es ideal para balcones sin techo, ya que se ancla a la pared y se extiende en dirección horizontal. Permite regular el ángulo de inclinación para controlar el tamaño de la sombra.
- Toldo vertical. Es la mejor opción para el cerramiento de un balcón, ya que al cubrir los laterales aísla el espacio de la climatología adversa, proporciona aislamiento térmico y ofrece una mayor privacidad.
- Toldo corredero. También conocido como cortavientos. Se trata de un toldo lateral con cofre y sistema autoenrolle que se abre y se cierra en sentido horizontal al contar con dos sujeciones: una en la pared y otra en el suelo. Es ideal para separar ambientes en un mismo espacio.
Tipos de toldos para balcones: características
- Accionamiento. Los toldos pueden accionarse de manera manual mediante una manivela, una opción más económica, o de forma automática mediante mando a distancia o sensor de viento y sol, la alternativa más cómoda para ahorrar tiempo y esfuerzo al abrir o cerrar el toldo.
- Cofre. Los toldos con cofre cuentan con un cajón en el que se guarda la lona durante el tiempo que el toldo está cerrado para protegerla del clima adverso con el objetivo de alargar su tiempo de vida.
- Faldón. El faldón es el trozo de lona que cuelga del perfil frontal. Tiene las funciones de ocultar el herraje cuando el toldo está recogido y ampliar la protección frente a los rayos solares. El diseño de la faldilla puede ser recto o con ondas.
Tipos de toldos para balcones: mantenimiento
- Recoger con meteorología adversa. La lluvia, el granizo y el viento pueden llegar a dañar la lona del toldo.
- Cerrar antes de salir de casa. Toma precauciones para evitar que el cambio del clima provoque desperfectos en la estructura.
- Guardar el toldo seco. Es fundamental secar el toldo por completo antes de su recogida, ya que el agua y la humedad pueden causar daños irreparables en la lona.
- Limpiar periódicamente. La limpieza se realiza con agua y jabón neutro. No se deben usar productos abrasivos ni máquinas a presión.
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