Con la llegada del invierno es fundamental garantizar que nuestro toldo se encuentra protegido de las climatologías adversas propias de esta época.
Debemos prestar atención a toda su estructura, al toldo en su conjunto, tanto la lona como a los propios herrajes. No olvidemos que una cosa no podría funcionar sin la otra. Los herrajes son los elementos claves del toldo y hacen este pueda desplegarse y cumplir su función. Consulta aquí cómo cuidar los herrajes de un toldo.
En el caso de que haya mucho viento o la lluvia sea muy fuerte, es recomendable recoger el toldo, ya que podrían causar desperfectos irreparables en la propia lona. Asimismo, la nieve o la lluvia pueden hacer que se oxiden los elementos sus metálicos.
A pesar de las climatologías, no olvidemos que la limpieza periódica del toldo es fundamental para preservar sus características y el buen estado de la misma.
En Beljemi vamos a explicarte cómo llevar a cabo un mantenimiento correcto de un toldo y una pérgola en la época invernal.

Cómo mantener un toldo en invierno
Primero de todo, hay que saber que se debe recoger el toldo totalmente seco. Si lo recogemos con la lona húmeda aparecerán posibles desgarros e imperfecciones y, por ende, perderá su efectividad. No olvidemos que la humedad es la gran enemiga de los toldos y la adecuada conservación de este depende de mantenerle alejado de ella tanto como sea posible. Para secar el toldo se puede utilizar una aspiradora que absorba cualquier resto de humedad y/o suciedad.
Es imprescindible una revisión constante. Lo mejor para la limpieza de este tipo de estructuras es utilizar jabón y agua potable, ya que no estos no resultan dañinos. Importante: no se pueden utilizar productos como la lejía o detergentes.
Los expertos en toldos y pérgolas aconsejan estar pendientes a las previsiones meteorológicas para evitar tener el toldo desplegado durante días extremos. En el caso de que la previsión meteorológica prevea rachas de viento superiores a los 35km/h, la posibilidad de que caiga granizo o precipitaciones superiores a los 50 litros por metro cuadrado es bastante alta, por lo que es importantísimo que recojamos nuestro toldo cuanto antes.
Los toldos con cofre son la mejor opción para proteger los toldos en invierno, ya que este sistema recoge el toldo dentro de un cajón de aluminio, cubriéndole de la lluvia y demás agentes climatológicos capaces de dañar su calidad y tiempo de vida.
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Mantenimiento de una pérgola en invierno
Al igual que los toldos, la solución de aplicar jabón y agua potable es la manera correcta para mantener la pérgola en buenas condiciones.
Bajo ningún concepto utilices un limpiador de alta presión, como puede ser una karcher, cepillo de cerdas, blanqueadores o detergentes, ya que aunque pienses que estás ayudando a mejorar su estructura, estás consiguiendo todo lo contrario: dañarla seriamente.
Cuidar las hojas también forma parte de la correcta limpieza de una pérgola. Estas deben ser revisadas y limpiadas detenidamente. Al igual que la propia estructura de la pérgola, las hojas también se tienen que limpiar con un paño, jabón y agua.
En el caso de que se encuentren manchas muy concentradas, una solución factible es utilizar vinagre blanco. Eso sí, recuerda siempre enjuagar con agua para eliminar cualquier resto del producto. Todos los elementos de la pérgola deben quedar limpios y secos.
Es fundamental que, en el caso de tener una lona en la pérgola, esta sea resistente y de buena calidad. En el caso de no disponer de una lona adaptada a estas características, podemos optar por una cubierta impermeable que la proteja del clima.