Actualización: 2025
Publicación: 2021

El herraje de un toldo es su esqueleto, es decir, la estructura que sostiene la lona. Se trata de un conjunto de perfiles, brazos, mecanismos y piezas de fijación fabricados en un material resistente, como el aluminio, que determinan la funcionalidad del toldo y definen su ubicación ideal. Así pues, esta parte del toldo es tan importante como la lona, ya que ambas son esenciales para garantizar su funcionamiento.
La mejor manera de asegurar la larga vida útil de un toldo es apostar por el cuidado de todas sus partes, ya que solo de esta forma el usuario podrá disfrutar de las múltiples ventajas que proporciona un toldo. Aun así, es importante que realices una supervisión periódica del toldo para detectar cuanto antes cualquier perjuicio que haya podido sufrir y actuar lo más rápido posible para solucionar el problema.
Mantenimiento de toldos extensibles: el herraje
- La limpieza se debe llevar a cabo con agua, jabón neutro y un paño. Es importante no recurrir a productos químicos ni cepillos de cerdas duras para evitar el deterioro del material de fabricación del herraje.
- Evita que las labores de limpieza estén muy espaciadas en el tiempo, ya que los residuos se acumularán en los mecanismos, dificultarán la movilidad del herraje y, en consecuencia, tendrán un efecto negativo en el funcionamiento del toldo.
- En caso de que el herraje cuente con restos de óxido, es necesario pulir la superficie y después aplicar un producto específico para eliminarlo.
- No utilices el toldo cuando las condiciones meteorológicas sean adversas, es decir, con abundantes precipitaciones o fuertes rachas de viento. Este tipo de fenómenos climatológicos pueden causar diversos daños, tales como desgarros en la lona, desnivel en los brazos o deformación de los perfiles.
- Si detectas que el herraje ha sufrido algún tipo de daño, evita forzar la estructura para resolver el problema, puesto que es posible que lo agraves aún más.
- No guardes el toldo si la lona está mojada o húmeda, ya que podría pudrirse. Si tienes que recogerlo a causa de la climatología, recuerda volver a extenderlo a la mayor brevedad para que se seque por completo.
- Opta por un modelo de toldo con cofre para mantener la lona y el herraje protegidos cuando se encuentren fuera de uso.

Los modelos de toldos automáticos facilitan en gran medida el buen estado de todas sus partes, puesto que constan de un sensor para sol y/o viento que hace que el toldo se abra o se cierre en función de la intensidad de dichos fenómenos meteorológicos en cada momento.
El herraje de un toldo es su esqueleto, es decir, la estructura que sostiene la lona. Se trata de un conjunto de perfiles, brazos, mecanismos y piezas de fijación fabricados en un material resistente, como el aluminio, que determinan la funcionalidad del toldo y definen su ubicación ideal. Así pues, esta parte del toldo es tan importante como la lona, ya que ambas son esenciales para garantizar su funcionamiento.
La mejor manera de asegurar la larga vida útil de un toldo es apostar por el cuidado de todas sus partes, ya que solo de esta forma el usuario podrá disfrutar de las múltiples ventajas que proporciona un toldo. Aun así, es importante que realices una supervisión periódica del toldo para detectar cuanto antes cualquier perjuicio que haya podido sufrir y actuar lo más rápido posible para solucionar el problema.


Mantenimiento de toldos extensibles: el herraje
- La limpieza se debe llevar a cabo con agua, jabón neutro y un paño. Es importante no recurrir a productos químicos ni cepillos de cerdas duras para evitar el deterioro del material de fabricación del herraje.
- Evita que las labores de limpieza estén muy espaciadas en el tiempo, ya que los residuos se acumularán en los mecanismos, dificultarán la movilidad del herraje y, en consecuencia, tendrán un efecto negativo en el funcionamiento del toldo.
- En caso de que el herraje cuente con restos de óxido, es necesario pulir la superficie y después aplicar un producto específico para eliminarlo.
- No utilices el toldo cuando las condiciones meteorológicas sean adversas, es decir, con abundantes precipitaciones o fuertes rachas de viento. Este tipo de fenómenos climatológicos pueden causar diversos daños, tales como desgarros en la lona, desnivel en los brazos o deformación de los perfiles.
- Si detectas que el herraje ha sufrido algún tipo de daño, evita forzar la estructura para resolver el problema, puesto que es posible que lo agraves aún más.
- No guardes el toldo si la lona está mojada o húmeda, ya que podría pudrirse. Si tienes que recogerlo a causa de la climatología, recuerda volver a extenderlo a la mayor brevedad para que se seque por completo.
- Opta por un modelo de toldo con cofre para mantener la lona y el herraje protegidos cuando se encuentren fuera de uso.
Los modelos de toldos automáticos facilitan en gran medida el buen estado de todas sus partes, puesto que constan de un sensor para sol y/o viento que hace que el toldo se abra o se cierre en función de la intensidad de dichos fenómenos meteorológicos en cada momento.